SAN SILVESTRE CACEREÑA

Como viene siendo habitual en los años que llevo viviendo en Cáceres, me llevé a la familia a participar en la San Silvestre Cacereña. Es una prueba que deportivamente no vale nada, pero esto es lo que hay.
Mi hijo Carlos ya ha completado tres, y Miguel acabó (completa) la primera.

Algunos como Benjamin tenian mucho que celebrar, pasan a categoria nueva: veteramos + 2.

Otros ya llevan años participando con los suyos.

Algunos piden más kilometros, a saber Pablo (el maratoniano), y Miguelito (el debutante).

Otros piden más besos y abrazos.

Yo pedí una bici , y se me concedió.

HEMORRAGIA DE SATISFACCIÓN.

Por una vez, el insoportable rato de los sorteos se hizo agradable por la compañia, los premios (cayeron dos en la familia), y por una frase del spiker que definía bien la tarde: Hemorragia de satisfacción.

Una buena manera de cerrar el año deportivo con mucha de la gente con la que compartimos el deporte.

Y aquí os dejo otra de esas fotos que me ayudan a definir lo que es el deporte para mí: mi hijo Carlos, 11 años, y mi amigo Paco Barquilla, 63 años, disfrutando juntos.

Más fotos divertidas, de gente divertida, pinchando aquí.